Capítulo 6: ¿Tapadera descubierta?

Llegaron al aeropuerto por la mañana. Allí les esperaba una chica, su guía.

-         Mi nombre es Julieta – dijo con español forzado.

-         Hola – dijo Amanda dándole la mano.

-         Un coche les espera fuera para ir al hotel – dijo haciendo un ademán para salir.

-         Reservé todo mientras dormías en el avión – le explicó Adam.

Y después de esa breve explicación, salieron los tres.

En el hotel, lo único que hicieron fue dejar las maletas.

Poco después, Julieta les enseñó París.

Al primer sitio a donde fueron fue la Torre Eiffel.

Llegaron a la base de la Torre, allí, pagaron la entrada y subieron. Mientras subían, la guía les contó la historia de la Torre.

Amanda estaba maravillada con las vistas, ya que, poco a poco las vistas de París se hacían más extensas por la altura. Cuando el ascensor les dejó en la última planta, Julieta les explicó cada pequeña silueta que había debajo de ellos.

Cuando bajaron, fueron al Arco del Triunfo.

Cuando llegaron a éste, también subieron. Al llegar a la cima, Amanda se dio cuenta de que estaban en un museo. Julieta les explicó la historia del Arco. Cuando ella señaló el suelo, Amanda se dio cuenta de que podía ver la gente que había debajo de ella.

Después de eso, Julieta se marchó y dejó solos a Amanda y a Adam.

Amanda quiso ir a las tiendas, y Adam no reprochó.

-         Es mi príncipe azul – pensó mientras pagaba un vestido.

Por la noche, Adam propuso ir a un restaurante y su novia aceptó.

Poco después de pedir, empezaron a charlar. Charlaron de cosas insignificantes: del tiempo, del paisaje, de la comida…

Casi al terminar la cena, Amanda fue al servicio. Éste estaba al lado de la mesa, pero el servicio era tapado por una pared.

Al volver del servicio, Amanda oyó una conversación entre Adam y Julieta. La chica no soltó la puerta por miedo a que su novio apagase el móvil, así que la sujetó hasta que terminó la conversación:

-         Ahora no es momento de echarnos atrás, Julieta – le replicaba él.

Ella le contestó algo que Amanda no llegó a escuchar, pero Adam volvió a hablar enfadado.

-         ¡No! – dijo – Llevamos mucho tiempo planeando esto como para que ahora decidamos rajarnos.

Amanda tampoco oyó la respuesta de la chica, pero dedujo que Julieta se había rendido ante esa mención.

Después, colgó el móvil.

En ese instante, Amanda soltó la puerta y se oyó el golpe al cerrar. Volvió a la mesa e hizo como si no hubiera ocurrido nada.

- ¿Quién es? – pensó asustada mientras comía – Este no es el chico del que me enamoré. ¿Qué trama?